Violetas Negras, No te puedo olvidar.
- Alonso Lizaraz
- May 24, 2021
- 7 min read
Updated: May 31, 2021
Escrito por Alonso Lizaraz

Diseñado por Ale Arjona
Foto: Archivo Violetas Negras
Violetas Negras siempre será para mí una banda asociada a los tiempos del liceo. Si la memoria no me falla, fue en diciembre de 1990 cuando los vi por primera vez, tocando en un Parrandón Navideño del Liceo Los Robles. Creo, ese fue el debut de los Violetas Negras.
En ese momento y desde mi perspectiva, la banda fue una total sorpresa, porque se suponía que tanto yo como un puñado de inadaptados, éramos los únicos rockeros de todo el Liceo. Parte de esa sorpresa que tenía Violetas Negras para mí, es que sus integrantes eran los considerados alumnos aplicados del liceo, los deportistas y populares que estaban en la política, que participaban de manera activa en las actividades, los del consejo estudiantil, y además, eran muy buenos ejecutando sus instrumentos. Así fue como, casi con incredulidad presencié como Alberto Galuppo y Enrique Romero, agarraron sus guitarras para montarse en la tarima ubicada frente a la capilla, y Diego González, que estudiaba en el mismo salón de mi hermano, se sentaba detrás de su kit de bateria Linko.
Junto a éstos y para completar la banda, los para mí entonces desconocidos: Diego Rooks en la voz, y Gerardo Pérez en el bajo; ambos estudiaban en el colegio San Vicente de Paúl. Recuerdo que mi amigo-hermano de Rock and Roll Paulo Valencia, quien junto con otros que estaban conmigo viendo el show, se dio cuenta de que a Gerardo le temblaban los dedos de los nervios; éste trató de disimular gracias a los lentes oscuros que llevaba puestos, que no se quitó durante todo el show, e inclusive cuando se bajó de la tarima. Yo de odioso me le acerqué a decirle que le temblaron los dedos; Gerardo solo alcanzó a responder un "seh" con una medio sonrisa de: "qué saca piedra". Luego de ese show, no vi más a Diego Rooks con la banda, ignoro si hubo otro show con él como vocalista. Más tarde formaría parte de la banda Mordana y luego Bruja Mecánica.
Violetas Negras me tenía deparada otra sorpresa, una más inesperada; la llegada de Manuel Armas como vocalista y frontman. Manuel estudiaba un par de años más arriba que yo. Era muy popular y querido en el Liceo, fue un buen deportista a pesar de su limitación física, limitación que parecía más una fortaleza o un súper poder. Una vez se me ocurrió la mala idea de meterme con él en un recreo, rápidamente me arrojó al suelo y con una fuerza increíble, me mantuvo inmóvil hasta que le pedí perdón y me soltó.
Fue la primera y última vez que me metí con Manuel. Lo cierto es que Manuel Armas, también era rockero, uno de los buenos, tenía un muy buen registro vocal, y además, por si fuera poco, tocaba bien la guitarra. Manuel le inyectó a Violetas Negras más rock and Roll, más malandrismo. Compuso gran parte de los temas propios de la banda, temas como Quiero Dejar de Beber y la poisonesca No Te Puedo Olvidar.
A Violetas Negras podías quererlos u odiarlos, pero jamás, serles indiferente. Puedo asegurar que fue una de las bandas de Maracaibo que más vi tocar, algunas veces porque fui a verles específicamente en sitios como el Rollertec, el "Club Creole" o en el café Malanga en la avenida Baralt; otras veces, abriéndole a una banda o artista reconocido a nivel nacional o internacional como Mecano. Yo recuerdo haberlos visto abriéndole a Sentimiento Muerto en su gira Sin Sombra No Hay Luz, y a Caramelos de Cianuro en su debut en Maracaibo, ambos shows con uno o dos años de diferencia en el legendario Club Alianza. También le abrieron a Zapato 3 en la época de Bésame y Suicídate, pero ese show me lo perdí porque estaba castigado. Recuerdo también un festival en Grano de Oro junto con un montón de bandas más. Para ese momento, los Violetas Negras eran indetenibles.
Más cambios sorprendentes sucederían en aquella banda que una vez vi en el parrandón. Se suponía que, si alguien no era nada rockero en todo el Liceo, ese era Leo Romero, hermano menor de Enrique. Cursamos el mismo año, pero en secciones diferentes. Leo, además de excelente estudiante, era un muy buen baterista. Su kit de batería era más profesional y sabía sacarle provecho. Leo se unió a la banda para reemplazar a Diego González. Llegó finalmente el año de graduaciones. Alberto Galuppo deja la banda para irse a la ciudad de Caracas a estudiar Leyes; hoy en día es un reputado abogado. La vacante la ocupó otro músico desconocido para mí en ese entonces: Orlando Ontiveros, quien (con el perdón de Galuppo) era un guitarrista más experimentado, y que junto a Leo Romero, le inyectó sangre nueva a la banda, lista para entrar en el estudio y grabar su primera producción, y lista para cosechar más éxitos.
Confieso que no compré el cassette de Violetas Negras cuando salió, creo que fue Blonsky quien sí lo compró en el momento. Para entonces, el germen de M.A.C. (banda a la que pertenecí como baterista desde su fundación en diciembre de 1993), se estaba apenas gestando bajo el formato de una banda de covers que no tenía un nombre definitivo, yo la bauticé Fuera del Alcance de los Niños (F.A.N.), pero esta es otra historia. Posiblemente fue en unos de esos ensayos o reuniones donde junto a Paulo y Blonsky escuchamos el cassette de Violetas; previamente también habíamos escuchado en un cassette grabado de una emisora de radio, una versión demo de No Te Puedo Olvidar, cuando tocaba Galuppo. Recuerdo que el cassette se conseguía a que Martín en su famoso Music Shop en El Milagro.
De cierto modo, Violetas Negras se las ingenió para colocar su producción en el mayor número de discotiendas posible, recuerdo la famosa calcomanía con el logo de la banda pegada en los carros por toda la ciudad. No tengo claro si la calcomanía venía con el cassette, pero contrastaba con su portada en blanco y negro que solo el presupuesto de la banda pudo llegar a cubrir. El famoso mensaje en el booklet del cassette que rezaba: "Para los que no creyeron mátense", no era en vano. Meterse en un estudio para grabar Rock and Roll en Venezuela no era como soplar y hacer botellas. ¿Cubrieron las ventas del cassette el presupuesto y dejó alguna ganancia? No lo sé, posiblemente no, quienes estuvimos en esto de hacer Rock and Roll en Maracaibo sabemos que el objetivo principal no era ese, al menos no de entrada, todo esto era por amor al arte, para llevar a cabo un sueño.
A pesar de que M.A.C. nunca llegó a compartir tarima con Violetas Negras, ambas bandas tuvieron cierta conexión. Además del elemento que teníamos en común con el Liceo: los hermanos Burini (Sergio y Valter) ambos bajistas de M.A.C., tenían amistad con Gerardo Pérez; específicamente Sergio, quien fue también roadie de Violetas Negras por un tiempo. Posiblemente fue en abril o mayo del año 1995 que tocaríamos finalmente junto a Violetas Negras y otras bandas, en la segunda edición del Festival celebrado en el Club Gallego de Maracaibo. Recuerdo que al salir de la prueba de sonido, nos conseguimos en la salida del club a Gerardo Pérez y le preguntamos por qué habían faltado a la prueba de sonido. Gerardo nos respondió que no sabía nada de los demás integrantes y que tampoco sabía por qué Violetas Negras aparecía en el cartel. Luego de eso, creo que Gerardo se quedó conversando con alguien hasta que se fue. Nosotros sin sospecharlo, estábamos ante el fin de Violetas Negras.
Nunca más supe de la banda. Algunos de sus integrantes habían emigrado. Gerardo Pérez se hizo músico profesional en los Estados Unidos y hasta ganó algún premio. De los hermanos Romero nunca supe más. Alberto Galuppo emigró a Italia hace tiempo, en junio del 2009 hablé unos minutos con él por teléfono cuando me quedé unos días en casa de Sergio a una hora de Milán. A Manuel Armas, lo vi por última vez sentado en las mesas del área de afuera de Bibas Café, al lado del Teatro Bellas Artes (donde Violetas tocó en el 94’). Estaba a minutos de presentar su show de versiones de Sinatra y Elvis, creo que fue después de su primera crisis. Estaba fumándose un cigarrillo, lo noté un poco apagado y triste. Hablamos poco. Luego entró al café para cantar.
A veces el universo conspira de una manera muy extraña. En octubre del 2019 recibí la llamada de Enrique Rincón para invitarme a la actividad que realizaba junto al Cevaz, en conmemoración de los 60 años de Rock en el Zulia. Tenía que presentarme como ponente en un conversatorio y además tocar con una banda que representara la década de los 90s. De los integrantes de M.A.C. solo yo quedaba en Maracaibo. Orlando Ontiveros, también estaba en las mismas. El Rock and Roll nos estaba juntando para tocar una canción. Se nos unió Aref Yorde de AM Rock, banda que también salió del Liceo. La cuna de M.A.C. y Violetas Negras decía "presente".
Con la fecha de la presentación casi en nuestras narices, sorteando las dificultades que supone cumplir con las obligaciones de nuestra actual vida de adulto; y sumado a eso, vivir en una ciudad como la Maracaibo del año 2019; y yo, que no había agarrado una batería desde hacía unos diez años, nos propusimos a ensayar dos temas. Sabían a poco, pero tenían que salir bien. Dos de esos temas escogidos por nosotros fueron Gente sin Amor y sin Color de A.M. Rock, y No Te Puedo Olvidar, el hit local de los Violetas, como cariñosamente le decimos muchos hoy en día. Así que, el 30 de noviembre del 2019, estaba yo detrás de un set de batería en el auditorio del Cevaz, frente a un público que se estaba deleitando con los mejor de 60 años de rock Zuliano.
Que irónico, tocando con los integrantes de las bandas que vi nacer, pero con las que nunca llegué alternar. A través de la consola de Ramiro Parra sonaron Gente sin Amor y sin Color y No Te Puedo Olvidar.
Fuimos una sola banda: M.A.C., AM Rock y Violetas Negras. Quiero creer que con nosotros, también estuvo Manuel.

Manuel Armas
9 de Noviembre de 1972 - 15 de Mayo de 2017
Foto: Luis Ontiveros
Que maravilla este blog, lo que uno mismo recuerda de esas épocas muy bien plasmado. Y lo que no se sabía también jajaja. Un abrazo al escritor y a los que comentan!
Seeehhh...ta bueno pana, saludos
Fina pluma de Alonso, que aromatiza el concentrado en estado puro, la escencia de esta esperada pieza audiovisual.
Que buen artículo hermano!!! Gracias!!!! Aun tengo un cassette nuevo en plastico 🤟🏼 y uno de un toque en vivo en malanga que algún día nos sentaremos a escuchar juntos, gracias de nuevo!
Enrique
Excelente articulo! Alonso, me transportaste casi 30 años atrás y hasta me tuve que aguantar una lagrimita. Muy interesante como lo viste/viviste y hasta me enteré de cosas que no sabía!! Totalmente acertado lo del cassette; todo se fue pagando con los toques, se colocaron unos en las tiendas y los que nos repartimos para vender se los regalamos a los amigos, a cualquiera que mostraba interés, o alguna chica bonita en la audiencia (creo que la historia de uno de estos "cassettes" terminó en feliz matrimonio e hijos).
Por acá te tendré tu calcomanía de Violetas guardada para cuando volvamos a ensayar! 🤟😂🤟