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  • Writer's pictureAlonso Lizaraz

M.A.C. - No fue un Movimiento, tampoco fue Armónico, y mucho menos Complejo.

Escrito por Alonso Lizaraz

Foto: Cortesía Alonso Lizaraz

Diseño: Ale Arjona


M.A.C. fue el proyecto de Paulo Valencia; claro que también fue una banda, pero todo fue idea de Paulo, desde su nombre, sacado de un libro de física que nos traumó en el bachiller; hasta el título de nuestro primer cassette, así como los nombres y letras de los temas, cómo iban a sonar el bajo, la batería; todo con lujo de detalles. La banda también contaba con su propio logotipo al que Paulo llamó "The Acertijos One", que consistía en cuatro signos de interrogación colocados en forma de esvástica, cosa que en su momento no noté, nunca le pregunté a Paulo de qué se trataba, si había algún mensaje sobre el Opus Dei, o tal vez solo fue algo que se le ocurrió como si nada. Posiblemente, estaba relacionado con las letras de las canciones, llenas de sarcasmo, cuestionamientos y humor negro. Lo cierto es que, yo quería tocar en una banda, y cuando Paulo me propuso integrar aquel proyecto, yo acepté sin pensarlo.


Nuestras vidas habían tomado caminos separados desde que nos graduamos de bachiller en el Liceo Los Robles en julio de 1993. Yo aún no sabía que estudiar, Paulo se fue a su natal Bogotá, Colombia, para cursar una carrera como Ingeniero Mecánico. Maracaibo ya no era su lugar de residencia, pero se convirtió en su lugar de vacaciones. Para la temporada navideña del mismo año, Paulo no quería perder tiempo y se puso manos a la obra para grabar sus canciones. Paulo y yo ya habíamos tocado juntos en una banda de covers durante cuarto y quinto año de bachiller, junto a Pablo (Blonsky) Perez D'Empaire en la guitarra y Rafael Acedo en el bajo, ambos amigos del Liceo; pero como Blonsky también se había ido de intercambio por un tiempo a los EEUU, no pudimos contar con su presencia. En su lugar, llegaron Erick Di Falco para tocar la guitarra y Javier Fuente quien se encargaría del bajo, ambos compañeros de clase, también amigos del Liceo pero cursando dos promociones por debajo de la nuestra.


La banda siempre fue concebida como un cuarteto desde el principio, pero Javier no se acopló a tiempo, así que Paulo lo sacó; pero, le pidió el bajo prestado en orden de intercambiarse el instrumento con Erick cuando la canción lo requería. No fue fácil convencer a Javier para que nos prestara el bajo, creo que lo hizo más que todo por Erick, por poquito todo se suspende debido a esta incómoda situación.


A diferencia de lo que generalmente hacen las bandas, de escoger uno o dos de sus mejores temas para grabar un demo y llevarlo a la radio, M.A.C. se dedicó a grabar todo el material que iba sacando, los cassettes, se convirtieron en producciones integrales cuales discos que iban a ser lanzados y promocionados. No quedaba de otra. La circunstancia de que el principal compositor y fundador de la banda no viviera en Venezuela, impusó esta dinámica. Así nace la primera "producción" de M.A.C.: "El Papa World Tour", nueve temas (uno tuvo que quedar por fuera por falta de tiempo), que recogían experiencias, reflexiones, alguna anécdota del liceo, e historias basadas en hechos reales, todo desde una óptica irreverente y desenfadada. Esto se convirtió en la marca de M.A.C.


Era el año 1994 cuando la industria musical mundial y el público estaban cambiando radicalmente. Se hablaba de rock alternativo, de indie y de grunge. La verdad, cuando nos metimos en la sala de ensayos Ecos, ubicada en el sector Bellas Artes de la ciudad de Maracaibo, para grabar los primeros 8 temas de M.A.C. junto a Roberto Rincón y Juan Ricardo Febres detrás de la consola (ambos ex alumnos del Liceo); jamás nos pasó por la mente etiquetar la música de la banda con un género en particular, nuestra preocupación era la de poder sacar nuestro primer cassette, que tenía que grabarse todo en vivo, en las pocas horas disponibles de aquel Día de Reyes.


Musicalmente hablando, los ocho temas del cassette eran un compendio inconsciente de todo lo que nos había influenciado por años: bandas como Hombres G, Duncan Dhu, Los Prisioneros y Siniestro Total, por citar algunos ejemplos. Por mucho que entramos por accidente en una escena alternativa, la música de M.A.C. es deudora del rock en español, que nos llegó de igual manera que la avasallante música popular anglo: el hard rock, el heavy metal, y la explosión grunge, que sacudió los cimientos de la industria musical y de la cultura popular, la que dio a la primera mitad de la década de los 90s gran parte de su identidad.


El Papa World Tour, una vez grabado y al escucharlo; sabía que M.A.C. no iba a ser la banda favorita de todos. Aunque estábamos muy orgullosos de nuestro material, algo me decía que no íbamos a ser tan populares, por no decir, nada populares, al menos no como lo fueron otras bandas que gozaban de un público más grande. Siempre quedamos detrás de la ambulancia en los festivales, no encajamos con ninguna otra banda de "la escena". Intenté alguna vez tratar con un manager para empezar a movernos, un amigo de la infancia que al ver el cassette sabía que iba en serio. Una vez en mi carro, o en el suyo, no lo recuerdo bien, sonaba en la radio el tema "Quisiera Volar" de Violetas Negras, cuando este amigo me dijo: "esto es lo que ustedes tienen que tocar", sabía que no iba a funcionar. Nos tocó ser nuestro propio manager y agente de mercadeo.


Solemos idealizar el pasado, no es para menos, no se tienen dieciocho, diecinueve o veinte años de edad toda la vida, pero hacer rock and roll en Maracaibo para esa época, en muchas ocasiones fue una pesadilla. No habían muchos locales comerciales dispuestos a contratar bandas de rock y menos con material propio, los locales que accedían no querían pagar, los más compasivos querían pagar con cerveza, aunque nunca hicimos esto por dinero, ni mucho menos por alcohol. La radio brillaba por su ausencia, aunque en ocasiones contamos con la solidaridad de uno que otro locutor; salir en la TV regional, solo en sueños. Pero nada de esto nos desanimó, teníamos fe en nuestro material, distribuimos nuestros cassettes de una mano a otra, sin intermediarios, dándole la libertad al usuario de copiarlos con portada a color incluida, para que no sintiera la obligación de comprarlo en original, y además tener que invertir tiempo tratando de buscar dónde o quien los vendía, perdiéndose así el impulso del momento. Sacamos cinco producciones en total, sumando más de cincuenta temas, todos propios.


Muchas cosas sucedieron en la banda. Pasamos por tres vocalistas, uno de ellos fue el salsero y host de TV Willy Rizo, con el cual me hubiese gustado hacer un proyecto musical aparte de M.A.C. También tuvimos a un extraordinario guitarrista y persona en José Taborda, y al loco de Sergio Burini como bajista, quien fue roadie por mucho tiempo de Violetas Negras. Todos estos cambios fueron para compensar de una manera la ausencia de Paulo en las presentaciones en vivo. Luego de un breve stop, la banda se reagrupa gracias a Blonsky, quien volvería a Maracaibo como el elemento sorpresa, inyectándole a la banda mucha vitalidad. Tratamos de traer a Sergio de vuelta, pero este ya estaba comprometido con Tupelo Blues. Pero este nos sugirió a su hermano Valter, quien cayó como anillo al dedo. Erick además de seguir con la guitarra decidió encargarse definitivamente de la voz. Fuimos cuatro almas gemelas. Paulo seguía preparando nuevo material para volver al estudio a su regreso a Maracaibo.


Estos cambios nos dieron mucha seguridad como banda, en algunos casos excesiva. Nos metimos a tocar en cualquier sitio, desde colegios, hasta bohíos, a ningún sitio le decíamos que no. Nos pintábamos el pelo con colores chillones, grafiteamos toda la ciudad con el nombre de M.A.C. A veces Valter rayaba las paredes de Maracaibo con el Acertijos One, o algún que otro título de nuestros temas. Rompimos los instrumentos en nuestras presentaciones, propios y ajenos. Mi batería estaba hecha leña. Hicimos mucho ruido sin que nada más nos importara.


Me atrevo a concluir que M.A.C. fue más que una banda de rock, nuestro objetivo nunca fue la de echar pinta ni buscar la aprobación de los demás, sino la de hacer lo que nos viniera en gana, nada ni nadie nos llegó a dominar o hacer cambiar de parecer. Probamos un montón de fórmulas para plasmar nuestro material, grabamos con un radio Panasonic si no había estudio de grabación, nos metimos con un gaitero en Fonográfica del Zulia. Fuimos la primera banda que fue a Canchancha para sacarle todo el jugo a la consola de Ramiro Parra. Llenamos Café Bambi con un unplugged que montamos para nuestros amigos. Inventamos la locura de "Fafullo's Records" y sacamos plata de nuestros bolsillos para editar nuestro material y el de otras bandas que compartían nuestra filosofía:


Hazlo tú mismo, hazlo ya mismo.

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